“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas”. (G. K. Chesterton)
Día 9. 5 de junio de 2024.
Canet de Mar --- Gerona.
Distancia: 60,71 km.
Media: 14,51 km/h.
Desnivel positivo: 553 m.
Casi sin darme cuenta he superado los
500 metros de desnivel positivo, lo que denomino ya una jornada de media
montaña, si bien he visto las subidas no pensaba haber alcanzado los 500 metros,
ya que la primera parte del día a sido por la costa del Maresme. No esperaba
superar los 500 metros hasta la llegada a los Pirineos que por cierto será
mañana.
Por cierto, interesante la ciudad de
Gerona, me atrevo a aconsejar su visita, ya la había visitado hace dos años de
camino al Nordkapp, pero un rápido paseo por su casco viejo ha vuelto a valer
la pena.
Cuando me pongo a escribir estos
comentarios intento mostrar mi opinión, que entren bien y que se puedan entender
como algo propio. En el fondo, lo que intento mostrar es lo interesante que
puede resultar un viaje en bicicleta y mostrar una mirada algo diferente sobre ciertas
cuestiones.
Sin embargo, aquí puede surgir un
pequeño inconveniente. Si yo fuese capaz de mostrar tan atractivo este ciclo-viaje
o que esas visiones de la vida fuesen incontestables, que convenciesen a todos,
estaría mostrando un viaje y una vida a mi medida y que, por tanto, no dejaría
hueco para otras formas.
En el fondo, existe esa tentación de
pensar que mi modo de viajar y de entender la vida es tan bueno y tan particular,
que acaba siendo excluyente, apartando todos las demás y haciendo mi visión la única
que vale.
La variedad de personas,
espiritualidades, sensibilidades, carismas, etc. que hay en nuestra sociedad es
un hecho notable. Pero la verdad es que no siempre se vive como una cosa buena,
y es fácil escuchar a personas que comparan sus ideas con la de otras personas.
Como es lógico, siempre para decir que la suya “es la única vale”.
Creo que esta es una tensión que
todos vivimos y que en mi caso no estoy exento de no saber situarme
adecuadamente. Es el hecho de proponer unas cosas porque para mi son las
mejores, sin que se convierta en presentarlas como “el único modo adecuado” de
viajar y de vivir.
Por un lado, tengo que decir que
siempre es mucho más lo que me une a otros ciclo-viajeros, que lo me diferencia.
Y por otro, creo que hay intentar tener una mirada clara y compresiva sobre
aquellos temas que, en otros, me generan más incomodidad. La vida está llena de
dudas, de lo contrario no sería vida, y necesitamos algunas pocas seguridades
para saber lidiarla, y sobre las que construir nuestras ideas. El gran peligro
es acabar convirtiendo aquello que nos gusta en un absoluto.
La vida, al fin y al cabo, no es
teoría, no es apunte, o palabras huecas. La vida no es una colección de
referencias carente de carne, vida y sangre. La vida, y también un viaje es,
sentir, vibrar, caer y levantarse, es ir construyendo algo, aprendiendo a
través de los aciertos y los errores, es, arriesgar, ir escribiendo en el
tiempo y en otras vidas una historia única....
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