sábado, 14 de enero de 2023

Comienza el fin de semana. ¡¡¡Bienvenido!!!

 ¡¡¡Buenos días!!! 

Veo que os complico un poco las mañanas con mi insistencia de que estamos en una crisis de civilización, así que intentaré aclararlo algo más, y así dejar el tema, al menos durante unos días.

Esa expresión se puede enfocar desde dos sentidos. ¿Estamos en medio de una nueva clase de civilización que tiene una crisis de crecimiento? O se trata de una crisis de la civilización humana, es decir de una enfermedad de la civilización. Entre estas dos posibilidades los tontos están todos de acuerdo con la primera. A ver, no digo que todos los que la eligen son tontos, digo que los tontos la eligen, hay una pequeña diferencia. Los tontos la prefieren porque es la más fácil, mejor dicho, la más perezosa.

Está claro que si se quiere nadar contra la corriente hay que hacer un esfuerzo, si no, te puedes meter en el centro del río y dejarte llevar por la corriente que inexorablemente te llevara hacia un mar aprisionador y totalitario de lo políticamente correcto, y consecuentemente triunfaras en esa sociedad, puesto que iras más rápido y llegaras primero. Otros prefieren meterse en el río y acercarse lo más posible a la orilla donde la corriente no es tan rápida, se dejan enredar adrede por las hierbas para disimular que siguen la corriente, pero llegan al mismo mar.

Yo no me dejo llevar por la corriente. Creo que las civilizaciones están hechas para los hombres y no los hombres para las civilizaciones. Esta civilización ahora no pretende ser un refugio para el hombre, se sirve de él. Hay desconfianza hacia esta civilización porque no se encuentran respuestas razonadas a: ¿De dónde viene? ¿Dónde va? ¿Dónde nos lleva? Esta civilización tan mecanizada, tan técnica, tan informatizada y deshumanizada que se llama global, para todo el mundo y que posee en estos momentos, con el armamento nuclear, el mayor instrumento de destrucción de masas que el ser humano haya podido soñar nunca. ¿Con ese poder de destrucción se puede hablar realmente de democracia? ¡dejad que me ría!

Me pregunto por qué tendría que seguirle la corriente a una civilización que me llevara a ese mar.

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