¡¡¡Buenos días!!!
Perfecto,
buen jueves nos espera, supongo. Como cada mañana nos levantamos con la mente
clara, salvo la improbable resaca que con esta edad ya nos resulta casi
inimaginable, y preparados para pensar, pero, me da la impresión de que el
simple ejercicio de pensar se está convirtiendo en una acción más difícil cada
día, en el sentido de que vemos que cada vez es una tarea más inútil, ya que esta
sociedad en que vivimos nos está imponiendo pensar en grupo o en masa, gracias
al enorme desarrollo de la propaganda oficial ante la cual nuestro pensamiento
libre se encuentra en una situación de desventaja tal que nos sentimos
ridículos.
Dentro de
poco, si no tomamos medidas, la pretensión de una persona de pensar libremente
parecerá tan absurda como la ilusión de un vendedor ambulante esforzándose para
hacer la competencia a una gran cadena de supermercados como Mercadona. Y,
además, por la misma razón. Y es que el pensamiento libre ya es muy caro, y en
algunos lugares no tiene precio, cuesta la vida.
Esto no es
como podríamos pensar una crisis política o social, sino una crisis de
civilización. Es incluso inútil, oponer un fuerte control a nuestras
democracias, siendo ya cómo son las democracias unas dictaduras económicas, de
las cuales no espero nada bueno. Y es que empiezo a sentir cierta molestia al
pronunciar la palabra democracia.
En fin, empecemos
como es debido este día, con alegría.
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