¡¡¡Buenos días!!!
Si
ayer llegamos al convencimiento de que en nuestro interior existe una autoridad
a la cual en muchas ocasiones le hacemos caso y que por lo tanto cuando no lo
hacemos nos sentimos molestos, estaremos de acuerdo que tenemos un problema.
Mirad,
si creemos que esa autoridad existe, mientras esté en nuestro cuerpo, hará
mucho para cuidarlo. Si la herimos, hasta cierto punto cicatrizará la herida, lo
que algo que estuviera muerto no haría. A nuestro cuerpo le sucede lo mismo,
mientras esté vivo se dañará y hasta cierto punto se reparará a sí mismo. Del
mismo modo, yo creo que tengo la capacidad de dañar a esa autoridad que tengo
en mi interior, pero también se me ha concedido la capacidad de arrepentirme,
de arreglarla y de empezar de nuevo y, lo más sorprendente de todo es que ella
me ayudara siempre, cada vez que esto suceda, sin cansarse nunca.
De
aquí viene que los que piensan cómo yo estemos en una posición diferente a otras
personas que intentan hacer las cosas bien, y que también intentan ser buenas.
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