sábado, 17 de diciembre de 2022

¡¡¡Buenos días sábado!!!

 


¡¡¡Buenos días!!!

El despertarse y estar todavía media hora para levantarse nos da la oportunidad de poder recapacitar y, aunque esto siempre tendría que ser bueno a veces produce un verdadero dolor de cabeza. Esta mañana de sábado es uno de estos días en que la reflexión me provoca incertidumbre.

¿Cuánto vale mi vida? Reflexión sencilla y lógica, con una respuesta inmediata: mi vida vale igual que todas las otras. Sin embargo, tengo la impresión de que no todas las personas lo tienen claro. Veamos, toda vida humana vale, y vale lo mismo, y vale más que todo lo que existe, incluso que todo el universo. Y vale no en términos de utilitarismo, pragmatismo, etc. sino que mí vida y tu vida vale por sí misma, su valor no puede ser clasificado dentro de las medidas que algunos o la mayoría dicta, sino que es invaluable porque radica en su ser persona.

 No parece muy complicado entenderlo, aunque da la impresión de que sí que lo es. Que le vamos a hacer, habrá que continuar explicando que la persona siempre es más; más que su cuerpo, sus ideas, sus sentimientos, la persona es siempre más que su fuerza física, su salud o enfermedad, más que su nacionalidad, color de piel, más que el tiempo que tiene de existir, si vive dentro o fuera del seno materno, si es culto o no ha tenido la oportunidad de estudiar, o no ha querido… más que sus creencias religiosas y preferencias personales.

Somos más...

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