¡¡¡Buenos días!!!
Ya estamos
en domingo, a ver hoy como empieza el día. Esperaré un poco para ir
adivinándolo, porque, aunque pueda ser verdad aquello de que “quien espera desespera”,
creo que la espera, como la entiendo yo, tiene mucho de positivo, puesto que
nos enseña que no todo puede ser aquí y ahora como queremos.
“El que
espera, desespera”, ¡vale!, pero esa desesperación nace de la falta de una
auténtica esperanza. Cuando nos olvidamos de que la esperanza es un don que nos
hace capaces de superar con paciencia todo obstáculo, toda adversidad y toda
impaciencia, es cuando quedamos atrapados en nuestro propio laberinto de
frustración y desconcierto.
No hace
falta desesperarse nunca, y menos en domingo, porque es verdad que la esperanza
no nos defraudara.
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