sábado, 31 de diciembre de 2022

¡¡¡31 de diciembre!!! ¡¡¡Buenos días!!!


 
¡¡¡Buenos días!!!

Veo que en cada “buen día” dejo cosas para aclarar, lo cual me hace continuar algunos días más con el mismo tema o al menos con una deriva de él.

¿Es que tiene importancia nuestro pensamiento como pueblo? Pienso que sí. Creo que existe una correlación entre nuestro pensamiento como pueblo y nuestra influencia, puesto que lo que pensamos como pueblo es lo que justifica nuestra situación entre los otros pueblos y nuestra influencia en la toma de decisiones a nivel global.

¿Cuál es nuestra influencia a Europa? No podemos contestar a esa pregunta sin saber cuál es nuestro pensamiento. Estaría bien que nuestro pensamiento fuera universal. Pero no es así. Hay una crisis española. Hay una crisis de Europa. Y no es normal que existan ambas crisis a la vez, salvo que sean el reflejo de otra crisis aún mayor. Pienso y, más vale que os lo diga cuanto antes mejor, que esa crisis es una crisis de civilización.

¡Claro! Que pronto lo soluciona todo está mañana. ¡Toda la culpa para la civilización moderna! Ahora que estamos en plena crisis económica, con una guerra en el corazón de Europa que no acaba de acabar, y la paz que no acaba de empezar, y que todo junto ha dado un golpe tremendo al prestigio de Europa. Ahora es muy fácil buscar el culpable de todas nuestras crisis. Sin embargo, no se trata solo de una crisis económica. Es algo más profundo. ¿Poner en entredicho la civilización moderna, no es también poner en entredicho a Europa? Puede ser, pero, lo queramos o no, hay miles de personas en Europa y fuera de Europa que empiezan a tener dudas de esta civilización.

Y si esto es así, no creo que tengamos que unir nuestro pensamiento, ni someter nuestra tradición a una civilización que aparece ante todos, más bien como una rebaja de todos los valores morales. Creo que tendríamos que ser los primeros a denunciarlo.

Pero, ante todo, el primero es lo primero, hoy toca terminar el año saliendo a correr.

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