¡¡¡Buenos días!!!
Algunas
mañanas tengo la impresión de que vivo en una época de cansancios, de sentirme
agotado con la rutina de cada día, de sentirme desbordado por las tareas
diarias. Ese “estar quemado” se me cuela en cada empezar el día, en cada
noticia y conversación que tengo, y llego a asumir que solo yo estoy “quemado”.
Tengo esa
impresión porque comparé mi vida con las vidas idílicas que percibo en las
redes, es verdad que me voy concienciando frente a las “fake news” pero solo en
las del terreno político, económico y social, pero me queda todavía reconocer
las “fake news” de la cotidianidad. Las del día a día. Las que, sin intención o
con ella, me muestran una rutina de felicidad, emociones y perfección, donde no
tiene cabida el cansancio, las pocas ganas, la torpeza… Todo esto que vivo en
mi día a día es lo que al final me hace humano.
Las redes
son una ventana a la realidad, pero no son la realidad. Es una obviedad que
tengo que repetirme cada día.
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