domingo, 9 de enero de 2022

Viviendo a golpe de titular.

     “Podemos creer lo que queramos. Somos responsables de aquello en que elegimos creer”. John Henry Newman.

Cuando empezó la pandemia y nos tuvimos que encerrar en casa no podía imaginar que ahora cuando estamos comenzando este 2022 íbamos a estar poniendo en duda los beneficios de las vacunas. No comprendo como en los medios de comunicación se puede equiparar la opinión del que no tiene ni puñetera idea sobre epidemias y vacunas con las opiniones de los mejores científicos del planeta.

Tengo la impresión de que la desesperación de algunos periodistas por buscar noticias sensacionalistas ha encontrado en el negacionismo más tonto el combustible ideal. En otro momento cuando no tuviéramos esta pandemia no pasaría nada, sin embargo, ahora está en juego la salud pública y la vida de mucha gente.

Hasta el más ignorante periodista sabe que con solo publicar un titular ambiguo va a provocar miles de dudas y a crear un debate inútil que producirá discusiones que se aprovechan de la ignorancia de ciertos temas y del sufrimiento de muchas personas. Todos deberíamos saber que la información es poder y hay que saberla ejercer, aunque también hay que decir que hay gente deseosa de dejarse manipular. Y así, poco a poco, nuestra sociedad se va infantilizando mientras hablamos de personajes famosos que dan su opinión en temas de los que no tienen ni idea. Y lo peor, ponemos en duda las cosas más obvias que nos confirman los verdaderos especialistas en la materia, y nos olvidamos de resolver los problemas, dejamos de pensar por nosotros mismos o miramos para otro lado ante el sufrimiento de mucha gente.

Nadie conduce de noche con las luces apagadas. En estos días difíciles, son imprescindibles unos medios de comunicación que nos muestren la realidad de forma nítida y equilibrada, pues ese es nuestro primer paso para empezar a reflexionar sobre cualquier tema. Y necesitamos que sean libres, pero no solo de los poderes económicos y políticos, también del sensacionalismo que nos nubla el cerebro, de la ideología que busca la polémica y de la tentación de crear noticias que en vez de ayudar al conjunto de la sociedad generan dudas y miedo a través de una información envenenada.

Cuantas noticias que nos anunciaron como acontecimientos malos y que ocuparon los titulares durante días o semanas, de repente pasaron sin más al cajón del olvido. Y mientras tanto, ¿qué? esta especie de ansiedad mediática que crean en nosotros va consiguiendo que nuestro centro de atención, nuestras conversaciones... vayan centradas en lo que quieren que se hable. Y al final, acabamos, viviendo a golpe de titular, bien adornado de sensacionalismo.

Ya sé que tiene su aquél eso de sentirse como el protagonista de una película americana, en la que suele decir alguno... «¡vamos a morir todos!». Y en la que siempre aparece algún superhéroe, que salva a la humanidad... Pero no sé, no me convence, de hecho, ya estoy cansado de esta forma de actuar.  

Creo que hay que darles a las noticias la importancia que tienen, “en su justa medida”, tomarnos en serio los consejos que se dan, pero, no dejarnos absorber por cada nuevo titular que nos quieren meter como principal tema de nuestra vida.

Cada uno de nosotros tenemos también una historia que vivir, y es relativamente fácil que se nos meta ese aluvión de titulares de por medio, haciéndonos perder la tranquilidad necesaria para enfrentarnos a nuestras preocupaciones personales. Vivir a golpe de titular nos va a dificultar ser nosotros mismos.

Supongo que es todo un desafío salir de esta dinámica, y que tal vez a pesar de todo el esfuerzo cuando me encuentre con alguien sin mascarilla en un lugar cerrado o sin haberse vacunado se me descomponga la cara sobre todo si estornuda o quizás no...

Buenos días.

No hay comentarios: