“El viajero ve lo que ve, el turista ve lo que él ha ido a ver”. G. K. Chesterton
Ya
dije, hace poco, que estamos en temporada de nervios, de inseguridades, de dudas,
pero ¿Cómo estar seguro? ¿Cómo saber qué es esto lo que necesito? ¿Existe algún
tipo de medidor de certezas? ¿Cómo?... puedo tenerlo todo claro.
Hace
años las dudas me paralizaban, si ahora me pudiera sentar a hablar con mi “yo”
de hace 25 años, ese yo que necesitaba tenerlo todo claro, que le gustaba tenerlo
todo controlado antes de empezar un viaje, que tomaba decisiones buscando
siempre una seguridad total, que se pasaba los días con las dudas ante una
decisión, peleándose por conseguir certezas, que ante un atisbo de duda se
quedaba quieto, si hablara con él, pienso que le haría cambiar de idea o le
haría dudar. Con el paso de los años he ido perdiendo certezas, he aprendido a
convivir con la incertidumbre de tener, en esto de los viajes en bicicleta,
menos cosas claras.
La
incertidumbre, no es estar siempre dudando, no es estar con “y si…”, no es
estar esperando una ocasión mejor. Ya que ese estado de ambigüedad es igual de
agotador como querer tener una confirmación férrea de cada detalle. Y en esto,
también he ido mejorando con los años. Y es que como he dicho ya en alguna
ocasión recordando una frase de Paulo Coelho: “El barco está más seguro en el
puerto; pero no es para eso para lo que se construyeron los barcos.” Y es
verdad, la bicicleta esta mucho mejor en el garaje, pero al igual que un barco
esta construida para viajar y enfrentarse a las incertidumbres del mar abierto.
A
nosotros nos sucede lo mismo, en nuestra casa es donde, sin duda, mejor nos
encontramos pues por lo general es donde más seguros estamos y esto nos impide
avanzar, hay que salir de vez en cuando de nuestra zona de seguridad. Tenemos
muchas veces miedo de comenzar una ruta desconocida, de enfrentarnos a una
tormenta, o pensar que nos vamos a perder continuamente o que no valdrá la pena
el viaje. Pero nada de todo esto es peor que quedarnos en casa, atados a nuestros
temores diarios.
¿Entonces?
¿Hablamos de opciones sin certezas absolutas y encima de apostarlo todo a ello?
Pues… dejadme que os confiese una cosa, que yo también siento incertidumbre… y,
aunque “no sea fácil” … Yo, en cuanto se pase el invierno voy a cargar la
bicicleta y empezaré a pedalear.
Buenos
días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario