Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).
He cruzado los Pirineos. Antes he cruzado Jaca, después Canfranc y Canfranc Estación y, es fácil que algún otro pueblo que ahora no recuerdo. A continuación he subido el puerto de Somport y seguidamente he cruzado la frontera hasta Urdos.
Y si alguien piensa que la
cara norte y la cara sur de los Pirineos son iguales, solo le pido que suba Somport
y que baje hasta Urdos.
Existe un lado “soleado” de la
vida y otro más “sombrio”, pues en los Pirineos sucede lo mismo. La cara sur mucho
más soleada y mucho más seca, mientras que la cara norte mucho más húmeda y
bastante más verde.
En nuestra vida no siempre
esta tan clara esa línea. Recuerdo ahora que fue Ortega quien dijo que “normalmente
la vida es en su gran cuenca feliz”. Por eso preferimos de “entrada” ser
felices. Y si se hacen bien los “números” y se es veraz, se encuentra que
incluso en condiciones difíciles, en épocas malas, se ha sentido placer,
ilusión, entusiasmo.
Según mi opinión, y mirando en
mi alrededor más cercano, la tierra en la que vivo, pienso que vivimos en la
parte soleda de la vida. Lo que me preocupa es, ¿por qué falta la conciencia de
ello, por qué no se tiene esa impresión, sino más cerca de las tinieblas?
¿No será que tenemos una
imagen falsa de nuestra realidad?
Se habla y se comentan sin parar
los aspectos bochornosos y monstruosos que “también” se dan en nuestro mundo.
La cantidad de horrores, crimines, violencias, mentiras, es considerable. Pero
¿cuál es su volumen real, qué representa al lado de lo positivo, normal, estimulante,
"soleado "?
En fin, lo dejo, pues no creo
que fuese muy difícil disminuir la sombras de este mundo, y dilatar el lado
soleado de la vida, de manera que sea más fructífero y es estimulante vivir en
él.
Buenas tardes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario