“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).
Hoy el primer día pre-pirineo, a los pocos kilómetros de Huesca me he puesto al lado del río Gallego y he ido remontándolo, paisaje pre-pirineo.
Hay que decir que el recorrido
ha sido todo lo extraordinario que puede ser el ir al lado de un río de
montaña, aunque sea en el sentido contrario al del agua.
Como todo “pre” que se precie siempre
hay que aclararlo, pues no se muy bien si existen los pre-pirineos.
Hay cosas que “son” o “no
son”. No tiene un “pre”.
Veamos un ejemplo; en el fútbol
no hay un “pre-gol”. El “uyyys” de los aficionados no cuenta. Pues el balón
entró o no entró.
No se si en el día de hoy
entre de lleno o no entre en los Pirineos, desde luego me he acercado mucho,
pero no se si eso cuenta.
Con la persona sucede lo
mismo, el ser humano o es “ser humano” o no es “ser humano”.
No hay un “pre-humano. Antes
de ser un ser humano no se es un gato o un ratón.
Eso del pre-embrión me parece
a mí que es un invento con no se que intención.
Se llame como se llame el
lugar donde estoy, puedo casi asegurar que las montañas que tengo ahí delante
son los Pirineos.
Pero eso, ya será mañana. Hoy
me conformo con el “pre”.
Buenas tardes.
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