“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).
Hoy he
sufrido, calor, sed, frío…. No tengo duda de que se tiene que estar enamorado
de la bicicleta para empezar un viaje en solitario con ella, y no se puede
estar seguro de ello hasta que no experimentemos una verdad moral tan vital como
la que nos muestra ese viejo cuento de La Bella y la Bestia. En él nos
encontramos con una verdad que es eterna y esencial para ver la fuerza del amor,
que consiste en que hasta que no amamos una cosa en toda su fealdad no podemos
convertirla en algo bello.
Por eso
hasta que no somos capaces de disfrutar de la bicicleta en las condiciones más
adversas no sacaremos de ella toda su belleza. Y, no estaremos preparados para
empezar un viaje en solitario.
Superar esos
problemas, casi diarios, que nos encontramos, viento, subidas interminables,
frío, calor, sed, agotamiento y tantos otros que nos encontramos es lo que nos
hace ver lo hermoso que es la bicicleta.
En
fin un día un poco más complicado de lo normal, pero así son los viajes.
Buenas
tardes.
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