“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).
Hoy no he cruzado los Pirineos
pero puedo decir que estoy en ellos. También puedo decir que estoy en sus
estribaciones, como bien me ha aconsejado nuestro buen amigo @bici_garra.
La subida hasta el Nuevo
Monasterio de San Juan de la Peña con sus 24 kilómetros me han mostrado lo que
sin duda ya son los Pirineos, la gran cantidad de montañas que se veían mirase
hacia donde mirase, ya son otra cosa diferente al paisaje de nuestra querida
Marina Alta.
Después, la bajada por el
Viejo Monasterio de San Juan de la Peña hasta Jaca es para repetirlo. Tengo que
añadir que ya es la segunda vez que lo bajo con la bicicleta, en el siglo
pasado cuando realice el Camino de Santiago ya subí y baje por donde hoy solo
he bajado.
No suelo de dar muchos
detalles de la ruta, es verdad, pero es que el ciclo-viajero pienso que es muy
individualista cuando planea sus recorridos.
No estoy diciendo que no se
deba escuchar y ver la experiencia de otros ciclistas, sino que es tan personal
la forma por ejemplo de elegir el lugar donde acampar, comer, que visitar…
Un paisaje puede ser sugestivo por la hora en
que pasamos y no tanto si lo hacemos a medio día con un sol de justicia. Si lo
hacemos en un sentido o en otro. Si el río esta a nuestra derecha o lo esta a
nuestra izquierda nuestra visión varia mucho. Por eso me resulta muy complicado
realizar valoraciones.
Nombrando solo el principio y
final de cada etapa “enmarco” el recorrido, después cada uno que ponga la
pintura que más le interese según sus gustos.
Es indudable el influjo que
pueden ejercer sobre los ciclo-viajeros los libros y los tutoriales sobre los
viajes en bicicleta.
Y esto sucede en dos sentidos:
por una parte, esas personas sugieren, provocan, trasmiten algunas ideas que
luego muchos haremos nuestras.
También en sentido negativo:
pues puede haber ciclo-viajeros que no se atrevan a realizar sus viajes por no
verlos de la misma forma y chocar con las formas de otros más experimentados, y
esto actúa como un freno inhibidor.
Hace falta una enérgica capacidad
de decisión y un esfuerzo considerable para escapar de ese tipo de limitación,
casi imposición, que ejerce sobre nosotros una forma de ver el ciclo-viaje que
se ve como mayoritaria, normalmente en las redes sociales.
En fin, tal vez el mejor
sistema sea pensar, estudiar nuestras características viajeras y después perfeccionarlas,
escuchando y leyendo a los más experimentados.
Hoy: Buenos días.
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