domingo, 15 de noviembre de 2020

Sabiduría e inteligencia.

 “Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton) 


Pasé la tarde de ayer leyendo a C.S. Lewis, en concreto; “Cautivado por la alegría”, y me di cuenta de que al igual que Lewis hay personas inteligentes y que además son sabias.

Advertí la diferencia que existe, podría decir que sabio es esa persona que además de inteligencia tiene buen gusto. No solo inteligencia, sino también buen gusto. De hecho, nos encontrarnos con muchas personas muy inteligentes, los medios de comunicación están llenos de ellos, se pueden tener muchos conocimientos, y emplearlos para hacer el mal. Se necesita mucha inteligencia para ser un buen mentiroso. Se necesitan conocimientos para timarnos.  

Desde mi punto de vista, para decir que una persona es sabia no hay que fijarse solo en lo que sabe, pues la sabiduría es un modo de comportarse, de conducirse y de situarse en la vida. No hay ninguna contradicción entre sabiduría y conocimiento, pero la sabiduría no es una cantidad de conocimientos solamente, sino un modo comportarse.

Está claro que una persona sabia tiene conocimientos y que será experto en una u otra materia, pero lo característico del sabio es la prudencia y la sensatez con la que hace uso de ellos.

Tener inteligencia y saber utilizarla son dos actitudes que deben ir juntas, pero saberla utilizar debe regular la inteligencia. En nuestra sociedad hace falta mucha sabiduría. Necesitamos gobernantes que sean sabios. Si, además, son expertos en alguna materia, mejor. Pero importa, sobre todo que sean sabios.

 Para nuestra desgracia, la política en estos días suele estar condicionada por la ambición y la búsqueda del poder. La ambición no actúa a favor de la sabiduría, más bien al contrario. La persona que es ambiciosa solo piensa en sí mismo y en lo que puede colocarla por encima de los demás.

A todas las personas, pero sobre todo a los que tienen alguna responsabilidad sobre los demás, les convendría pensar como utilizan su inteligencia, si la utilizan en la búsqueda de un beneficio personal o lo hacen para la mejoría de todos.

Reflexionar y ser autocrítico con lo que hacemos con nuestra inteligencia nos ayudará a integrar todo nuestro conocimiento a este mundo, nos dirá si la utilizamos para el bien o para el mal, y nos hará saber respetar y valorar más a las personas por lo que adquiriremos sabiduría que es lo nos hará más sabios.

Buenos días.

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