domingo, 25 de febrero de 2018

Domingo 25 de febrero de 2018.



Domingo 25 de febrero de 2018. 
“En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces”. J.H.N. 
Me estoy poniendo nervioso con tanto frío, no veo el día en el que la temperatura en mi balcón vuelva a superar los 10 grados, ahora 7,5 grados.  
Decía el viernes, en aquella larga conversación sobre la prisión permanente renovable, que la clave parece estar en el tratamiento informativo que solemos dar por estos pagos a crímenes horrendos que se convierten en la apertura de todos los telediarios y el tema estrella en tertulias de radio y televisión. 
Si os echáis una vuelta por las cadenas de televisión cuando se comete un delito de ese tipo veréis que en el reportaje sale dando su opinión hasta quien pasaba por allí. Pensad que aunque, afortunadamente, crímenes horribles contra menores, por ejemplo, son tan pocos que hasta los conocemos por el nombre, sin embargo, a base de sacarlos recurrentemente, generan una percepción de inseguridad que no se corresponde con la realidad. 
Igual ocurre con lo “blando” de la respuesta penal. Cuando se pregunta a la gente por la pena que impondrían a los delitos, sus respuestas son siempre más leves que las que impone un Código penal tan duro como el mal llamado Código de la Democracia. 
Por cierto, cuando tengáis un poco de tiempo es interesante leerse el articulo 25.2 de la Constitución Española, lamentablemente, no solo no se cumple sino que uno tiene la sensación de que, fruto de esa rebaja sobre la realidad humana que vamos haciendo, estamos retrocediendo a pasos agigantados. 
En cualquier caso, la máxima de la que no se su procedencia, “odia el delito y compadécete del delincuente”, sigue siendo un horizonte al que hay que intentar llegar y que nos humanizará a todos. 
En fin, lo dejo por hoy.

Feliz y Dulce Día.

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