“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas”. (G. K. Chesterton)
Día 3. 30 de mayo de 2024.
Moncofa - Torrenostra.
Distancia: 64,68 km.
Media: 16,31 km/h.
Desnivel positivo: 111 m.
Otro día sin ningún problema, se ha
terminado el gas y sin tener que buscar, pues en el mismo itinerario, en una
ferretería he comprado un recambio y a seguir camino.
A veces encontrar lo que buscas es
complicado, en nuestro día a día tenemos localizados los lugares a los que
acudir para adquirir la mayoría de los productos que necesitamos, sin embargo,
cuando estas de viaje, adquirir algún producto puede resultar complicado.
Se trata de esos misterios que tiene un
viaje, esas cosas que no dependen de nosotros, pues no todo se encuentra donde desearíamos.
Siempre hay un algo desconocido que hace que un viaje y la vida tenga su propio
encanto.
Si lo pensamos veremos que estamos en
un mundo que ya ha sido dispuesto, y a nosotros nos toca descubrirlo. Cada uno
de nosotros tiene una vida propia con la que le toca descubrir lo que su vida
le va reclamando. Este encanto que trae el misterio de nuestra vida es algo que
siempre estamos buscando porque nuestra vida, además de suceder en un lugar y
un espacio ya dispuesto, también sucede en un tiempo que nos es limitado en el
que nos enfrentamos a toda clase de situaciones abiertas que no entendemos, y
en ese tiempo tenemos el trabajo de realizar nuestra vida.
Esto ha sido así hasta hace poco,
nuestra sociedad ha dejado de lado muchas de esas sensaciones. Si lo normal
debería de ser tener una actitud abierta a conocer lo insospechado, estar
preparado para la aventura, ahora, el mundo moderno se dirige hacia todo lo que
puede dominar y controlar, algo que le de confort y seguridad.
Confiar en ese misterio que ha
dispuesto todo para que se descubra, ha sido reemplazado por una confianza
ciega en la razón. Ahora no se quiere pensar en lo que se escapa de nuestras
manos, ya no nos queremos abandonar ante nuestra insignificancia. Por eso
cuando todo depende de nosotros se nos escapan la mayoría de las realidades que
están por encima de nuestra razón.
En nuestra vida actual parece difícil
encontrar ese misterio que nos hace ser cada vez mejores, por eso buscamos en
los viajes algo parecido, y, es que, el hombre necesita ese misterio. Lo que
tenemos que hacer es salir de nuestra comodidad, desafiar nuestra razón y
nuestro afán de seguridad y comenzar a confiar, a confiar en Aquel que nos
ayudará a averiguar lo que le da encanto al mundo y a nuestra vida.
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