domingo, 10 de marzo de 2024

¡Buenos días! Pasión y coraje.

     “Lo ideal sería que el poeta pusiera su mensaje más y más en el lenguaje de la gente y que la gente disfrutase más y más del mensaje del poeta”.  G. K. Chesterton)

¡¡¡Buenos días!!! 

Que yo ahora, en esta mañana de domingo me ponga a dibujar una silueta del hombre, puede ser poco interesante y aleccionador, pues marcar la línea de lo que es el hombre hoy en día va a servir de muy poco pues el hombre es muy complejo y lo que realmente sería interesante es el relleno de esa silueta. En cuanto más grande fuera esa silueta más grande iba a ser el relleno y muchas más palabras para llenarla.

Todos lo sabemos, tenemos una sobrada experiencia de lo complejos que somos, somos conscientes de estamos llamados a la vida y esta, sin lugar a duda, se encuentra llena de matices. Unos buenos párrafos, ahora, escritos sobre el hombre, incluso siendo buenos, no dejarían de ser una simple aproximación, podría conseguir expresar un rasgo característico de algún hombre, pero eso no lo define.

Las personas somos cuerpo y alma; voluntad e inteligencia; pasión y sentimiento; acción y pensamiento. Las cosas nos afectan lo que nos muestra que somos sensibles. No somos insensibles y tampoco lo deseamos: no somos estatuas inertes, muertas y sin vida.   

Muy bien, lo anterior nos podría servir para aproximarnos al hombre, y sin embargo nos muestra de lo que el hombre actual parece que está huyendo. Estamos huyendo de los sentimientos como la pasión y el coraje. Buscamos no ser la nota discordante, no buscar en nuestros sentimientos sino conformarnos con el pensamiento único y con lo políticamente correcto. Un ejemplo ya muy manido lo podemos encontrar en “haz el amor y no la guerra”, que está muy bien, claro que sí; lo mismo que ser pacifista, pero no dejan de ser frases que solo resaltan una buena acción, son una silueta, pero no dejan ver todo el relleno que hay dentro ya que dejan fuera la compleja realidad.

Controlar completamente todas nuestras emociones estoy seguro de que está muy bien y puede que sea una gran meta para un monje budista, pero no para una madre que ve cómo se va destruyendo su hijo, como lo ve desmoronarse en un mundo que no entiende. La pasión, el coraje, la ira tiene su papel para la supervivencia.

Pongamos ahora el ejemplo de la ira; por un lado, puede resultar positiva al reaccionar ante la injusticia, el mal, la opresión. Por otro, tiene el gran peligro de la ofuscación, de una reacción descontrolada, de la pérdida del control.

Si ahora analizo el coraje puedo ver que se podría tratar de una clase positiva de ira, pues es una emoción positiva que aparece cuando nos encontramos ante una situación difícil. Nos da fuerza para seguir adelante. El coraje nos ayuda a actuar con valentía y tomar buenas decisiones, reaccionado ante la injusticia y nos pone en acción, o sea nos activa poniéndonos en movimiento. En nuestras venas no corre horchata, corre sangre y aunque seamos o pretendamos ser buenas personas, reaccionamos.

Se tiene que reaccionar ante las cosas mal hechas, ante las injusticias no deberíamos de poner cara de circunstancias ya que pensar que todo vale y todo es lo mismo que caer en la “dictadura del relativismo”.

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