“Sin la doctrina de la caída original toda idea de progreso deja de tener significado”. (G. K. Chesterton)
¡¡¡Buenos días!!!
Existe un tema bastante interesante que
nos rodea y al que no solemos dar mucha importancia, se trata de la utilización
de la tecnología. La tecnología que nos rodea se puede utilizar de varias
maneras y es sugestivo averiguar cual es nuestra visión.
Así por encima, podría decir que el
objetivo principal de la tecnología que estamos usando todos los días debería
ser hacer el trabajo más llevadero y así potenciar nuestras capacidades
humanas. Veamos, si pongo la inteligencia al servicio de mi trabajo, para empezar,
me llevaría a hacer lo mismo con menos esfuerzo, y, además, si lo considerará
necesario, hacer más trabajo con el mismo esfuerzo, o también una mezcla de los
dos casos. Sin embargo, lo vemos cada día, no es esa la experiencia que tenemos
de la tecnología.
Por desgracia, lo que estamos haciendo
con la tecnología es desplazar la necesidad de trabajo, estamos eliminando puestos
de trabajo de baja cualificación y potenciando otros de mayor nivel añadido. O
sea, estamos identificando la tecnología como un medio o una herramienta para
reducir costes laborales.
Voy a poner un ejemplo sencillo: un
artesano que fabrica bastones de madera para caminar y los vende a distintas
tiendas. Los fabrica con herramientas manuales y es capaz de producir 5
bastones al día durante sus ocho horas de trabajo. Si esta persona comienza a usar
herramientas eléctricas, puede producir con facilidad el doble, o sea 10
bastones.
Ha pasado del trabajo manual al eléctrico
y, tiene que tomar una decisión, si produce el doble de bastones o si, mantiene
el nivel de producción o sea 5 bastones y trabaja la mitad del tiempo o sea 4
horas. Y, es aquí, en esta elección donde se va a ver el valor que este
artesano le dé a su tiempo y al dinero. Decisión muy importante, aunque nos
parezca lo contrario.
Pero la cosa se complicaría un poco más si
nuestro artesano tuviera cuatro trabajadores, pues puede producir el doble con
los mismos empleados trabajando todo el día, producir lo mismo con los mismos
empleados trabajando la mitad de las horas o producir lo mismo con la mitad de los
empleados trabajando todo el día.
Existe aún otra situación, que sería automatizar
todo el trabajo. En este caso, sería una máquina la que fabricara los bastones,
de forma más rápida y precisa que los trabajadores manuales, produciendo,
supongamos, el doble de figuras que en la opción anterior.
Nuestro artesano tendría la posibilidad
de despedir a todos los trabajadores y mantener una producción cuatro veces
superior a la que tenía en el escenario de partida. En ese caso, la tecnología
no se ha limitado a aliviar la carga de trabajo, sino que ha contribuido a
excluir al trabajador de su medio de subsistencia. ¿Era ese el objetivo de
la tecnología?
En fin, como siempre, tenemos que
responder, y estoy seguro de que a continuación nos surgirá otra pregunta, si
en realidad unas máquinas pueden hacer nuestro trabajo, ¿por qué no podemos
dejar que trabajen ellas y nosotros vivir mejor?
Mañana intentaré continuar con una
respuesta.
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