miércoles, 6 de marzo de 2024

¡Buenos días! El reparto de la riqueza.

 “Una de las insanas simplificaciones que buscan escapar del problema del bien y el mal es la que simplemente asegura que el problema no existe”.  G. K. Chesterton)

¡¡¡Buenos días!!! 

Otro despertar con la economía, veo que tendré que dedicar algunos días al economismo pues me estoy dando cuenta de la importancia que se le está dando a la economía.

Pero el economismo lo dejaré para más adelante, pues es un tema complicado, lo que por supuesto lo hace interesante. Hoy pasaré un poco por encima de él pues es necesario si quiero dar mi visión que lo que significa la riqueza y lo que se entiende por una sociedad rica.

Tengo la idea de que es esencial en nuestra sociedad tener proyectos para aprovechar bien el uso de los recursos y conseguir producir los bienes y los servicios que contribuyan a conseguir el bien común de la sociedad. Por lo tanto, para llevar a cabo todo lo anterior, se debe de hacer en términos y criterios económicos. Luego es normal que una empresa genere beneficios, y cuando lo hace es porque su sistema de producción ha sido utilizado adecuadamente.

Hasta aquí no tenemos ningún problema, todos podemos asumir todo lo anterior, sin embargo, puede ocurrir, y de hecho ocurre, que al mismo tiempo que se generan beneficios económicos, se atenta contra el patrimonio más valioso de la empresa: su gente. Este es el problema. Un problema que ocurre cuando la sociedad cuenta con unos ambientes socioculturales que permiten la explotación de las personas, que consienten los bajos salarios y sueldos, con jornadas demasiado largas, y otras violaciones de los derechos de las personas.

Y es desde aquí donde surge una condición importante para que la distribución de la riqueza sea justa: la acción del Estado. Veamos, un Estado debe facilitar el desarrollo económico, apoyar la actividad de las empresas, crear condiciones que aseguren las oportunidades de trabajo, estimular aquellas áreas de la economía que sean insuficientes, y sostener a las personas de ésta en momentos de crisis.

No tenemos que olvidarnos de que tal vez la tarea fundamental del Estado en lo que se refiere a la economía es aclarar y definir el marco jurídico que establezca una reglas justas y transparentes entre todos los implicados, debe evitar la creación de monopolios, oligopolios o competencia desleal, evitar que exista una parte que posea más poder que la otra y que no pueda reducirla prácticamente a la esclavitud.

Para garantizar una distribución objetiva de algunos bienes y servicios esenciales para el desarrollo de las personas, el mercado no va a ser capaz de hacerlo con sus propios mecanismos, y es allí donde la complementariedad entre Estado y mercado se hace más necesaria.

Tengo que añadir que más allá de lo bien que funcione el mercado y de las acciones subsidiarias del Estado, se encuentra la labor específica y diaria de los empresarios y dirigentes de empresa, que son determinantes para la distribución de la riqueza.

Existe un elemento esencial para que sea posible, y según mi parecer no es otro que poseer una moral sólida, una moral que implique poseer virtudes como laboriosidad, poner todo el interés y el cuidado al realizar cualquier labor, por supuesto, por parte de los empresarios la prudencia necesaria en asumir riesgos razonables, la lealtad en las relaciones entre las personas; la fortaleza en la toma de decisiones difíciles y dolorosas, y, sobre todo, la solidaridad y la fraternidad, y respetar la dignidad humana de los trabajadores.

Podría añadir alguna cosa más, pero lo dejo para próximos días, 

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