“Una de las insanas simplificaciones que buscan escapar del problema del bien y el mal es la que simplemente asegura que el problema no existe”. G. K. Chesterton)
¡¡¡Buenos días!!!
Otro despertar con la economía, veo que
tendré que dedicar algunos días al economismo pues me estoy dando cuenta de la
importancia que se le está dando a la economía.
Pero el economismo lo dejaré para más
adelante, pues es un tema complicado, lo que por supuesto lo hace interesante. Hoy
pasaré un poco por encima de él pues es necesario si quiero dar mi visión que
lo que significa la riqueza y lo que se entiende por una sociedad rica.
Tengo la idea de que es esencial en
nuestra sociedad tener proyectos para aprovechar bien el uso de los recursos y
conseguir producir los bienes y los servicios que contribuyan a conseguir el
bien común de la sociedad. Por lo tanto, para llevar a cabo todo lo anterior,
se debe de hacer en términos y criterios económicos. Luego es normal que una
empresa genere beneficios, y cuando lo hace es porque su sistema de producción
ha sido utilizado adecuadamente.
Hasta aquí no tenemos ningún problema,
todos podemos asumir todo lo anterior, sin embargo, puede ocurrir, y de hecho ocurre,
que al mismo tiempo que se generan beneficios económicos, se atenta contra el
patrimonio más valioso de la empresa: su gente. Este es el problema. Un
problema que ocurre cuando la sociedad cuenta con unos ambientes
socioculturales que permiten la explotación de las personas, que consienten los
bajos salarios y sueldos, con jornadas demasiado largas, y otras violaciones de
los derechos de las personas.
Y es desde aquí donde surge una
condición importante para que la distribución de la riqueza sea justa: la
acción del Estado. Veamos, un Estado debe facilitar el desarrollo económico, apoyar
la actividad de las empresas, crear condiciones que aseguren las oportunidades
de trabajo, estimular aquellas áreas de la economía que sean insuficientes, y
sostener a las personas de ésta en momentos de crisis.
No tenemos que olvidarnos de que tal vez
la tarea fundamental del Estado en lo que se refiere a la economía es aclarar y
definir el marco jurídico que establezca una reglas justas y transparentes
entre todos los implicados, debe evitar la creación de monopolios, oligopolios o
competencia desleal, evitar que exista una parte que posea más poder que la
otra y que no pueda reducirla prácticamente a la esclavitud.
Para garantizar una distribución
objetiva de algunos bienes y servicios esenciales para el desarrollo de las
personas, el mercado no va a ser capaz de hacerlo con sus propios mecanismos, y
es allí donde la complementariedad entre Estado y mercado se hace más
necesaria.
Tengo que añadir que más allá de lo bien
que funcione el mercado y de las acciones subsidiarias del Estado, se encuentra
la labor específica y diaria de los empresarios y dirigentes de empresa, que
son determinantes para la distribución de la riqueza.
Existe un
elemento esencial para que sea posible, y según mi parecer no es otro que
poseer una moral sólida, una moral que implique poseer virtudes como laboriosidad,
poner todo el interés y el cuidado al realizar cualquier labor, por supuesto, por
parte de los empresarios la prudencia necesaria en asumir riesgos razonables, la
lealtad en las relaciones entre las personas; la fortaleza en la toma de
decisiones difíciles y dolorosas, y, sobre todo, la solidaridad y la
fraternidad, y respetar la dignidad humana de los trabajadores.
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