“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto
hay que tener ideas” (G. K. Chesterton)
A media mañana nos vamos a probar el material que hemos
ido adquiriendo y transformando para irnos al Norkcapp. Por culpa de la
cuarentena no lo habíamos podido usar, ahora, aunque no subiremos a Noruega sí
que pensamos escaparnos por España, así que antes nos vamos unos días a probar,
repasar y volver a coger sensaciones.
Van a ser cuatro, cinco o tal vez seis días, quien sabe,
en los que volveremos al cicloturismo.
Esta vez como novedad voy a intentar, los días que pueda,
dar mi situación, y los kilómetros que voy realizando. Intentaré también hacer
un pequeño comentario sobre como a trascurrido el día, y trasmitiré cuales han
sido mis reflexiones durante las abundantes horas de pedaleo, en las que la
mente no para de trabajar y de trajinar.
Como sucede, al menos a los que no estamos dotados para
la escritura, escribimos muchas veces como hablamos o pensamos, y el resultado
suele ser una mezcla, desastrosa, entre hablar y escribir. Cuando hablamos, y
no digo nada ya cuando pensamos, damos diferentes tonos de voz a nuestras
palabras o pensamientos según el efecto que queramos darles y, trasladarlo
fielmente a unas frases escritas no está a mí alcance.
Si alguien está leyendo este blog por primera vez o hace
tiempo que lo lee debe comprender que está asistiendo a un intento de trasmitir
una experiencia y unas ideas. No creo que exista nada escondido en mi posición
sobre ciertos temas, soy una persona simple, sin ninguna pretensión particular,
por lo que no voy a tratar de convencer a nadie para que se acerque a
cualquiera de mis posiciones. Siempre he pensado que el mejor, y tal vez el
único servicio que podría prestar a los que me rodean es explicar y defender un
pensamiento que ha sido común a mucha gente a través de los tiempos y que es
también el mío.
Hay muchos temas que considero que deberían de ser
tratados solo por expertos, y que son demasiado complicados para mí, y en ellos
tal vez debería ser ayudado y dedicarme a dar solo una sencilla opinión, y a
preguntar.
Hay asuntos y diferencias entre los hombres para los
cuales no creo tener la solución. A algunos de esos temas puede que nunca
llegue a encontrarle una respuesta. Sin embargo, hay otras cosas acerca de las
cuales estoy seguro de conocer la respuesta, y a pesar de ello no diré
nada.
Porque no voy a escribir para exponer algo que podría
llamar “mi religión”, sino para exponer algunas de mis ideas e impresiones, las
cuales son y estaban ya presentes mucho antes de que yo naciera.
Esta noche intentaré comunicar mi situación y contar como
ha transcurrido el día.
En fin, la bicicleta me espera.
Buenos días.
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