“Hay gente incapaz de distinguir entre la instintiva omisión de lo irrelevante, que es simplemente el arte de contar historias, y la introducción de ingeniosos y muy elaborados detalles que es el arte de contar mentiras”. G. K. Chesterton)
¡¡¡Buenos días!!!
Tengo claro que la economía no entra
entre una de mis pocas habilidades, sin embargo, administro como puedo mis bienes,
así como la pensión que recibo cada mes, por eso puedo atreverme a hacer algún
comentario muy básico sobre la economía que nos envuelve a la mayoría de
nosotros.
Lo primero que observo es que estamos en
una economía ilógica, a primera vista me resulta llamativo que mientras se
desperdician alimentos y mucha gente padece de obesidad, no muy lejos, hay
personas que mueren de hambre o tienen una alimentación de supervivencia. Solo
por eso ya creo que se puede llamar, al menos, que nuestra economía es
irracional.
Si ahora me voy al diccionario y busco
la palabra economía me encuentro, que, resumiendo, viene a decirme que se trata
de administrar los recursos que sean escasos para satisfacer las necesidades de
las personas. Esa es un economía lógica y racional: administrar recursos para
satisfacer necesidades. Pero la mayoría de los que estáis leyendo esto sabéis
que en gran parte de nuestro sistema económico no sucede esto. Lo que vemos es
que se están creando necesidades para aumentar las ventas de productos. Y este
me atrevo a decir que es un orden irracional, o sea, administrar las
necesidades para vender recursos.
Ya se que se me puede replicar con mucha
facilidad, y que, los economistas de carrera van a poder usar la repetida
teoría de que las necesidades de las personas son ilimitadas y por eso nunca
puede decirse que existen recursos en abundancia, ya que siempre serán escasos
con relación a las interminables necesidades de las personas.
Pero me surge rápidamente una pregunta
¿cómo se sabe que las necesidades de las personas son interminables? No hay
duda de que cualquier respuesta tiene que ser atentamente examinada.
La respuesta que más se lee es que las
necesidades de las personas son infinitas porque no tienen fin, o sea, se repiten.
Por ejemplo: yo puedo comer una barra de pan ahora, pero mañana volveré a tener
hambre y necesitaré comprar otra. Esto es verdad, pero lo cierto es que sí
tiene fin, pues los muertos no comen. Ya se que puede haber sido un ejemplo muy
tonto, pero pensemos en lo siguiente: en toda mi vida llegaré a sumar una
cantidad infinita de consumo. De hecho, en cada momento solo podré consumir una
cantidad determinada de bienes. No necesito infinidad de comida para estar
satisfecho. Con uno o dos platos de comida bien servidos voy a tener suficiente.
Me he encontrado con otra respuesta, me
han dicho que las necesidades son ilimitadas en número por su gran variedad,
pues necesito comida, ropa, casa, educación, sanidad, etc. Pero esto no resulta
elemental. Si bien hay muchas clases de necesidades, no veo clara la justificación
de que la diversidad de categorías es interminable. Y si a lo que me quieren
decir es que las necesidades espirituales del hombre son infinitas, no tengo más
remedio que responder que: en tanto nuestro sistema económico se orienta en una
dinámica materialista de satisfacciones materiales bien se le puede calificar
de irracional por despreciar las espirituales.
Ahora bien, es importante que haga una
aclaración: no estoy diciendo que el 100% de la economía, en cada transacción,
es irracional. Es claro que es racional que una familia vaya a comprar pan cada
día. A lo que me refiero con una economía ilógica es a esa manipulación de mis
necesidades para vender más. Lo que quiero decir es que se pone a las personas
al servicio de las cosas. Por supuesto, que existe una economía racional donde
se administran los recursos para satisfacer las necesidades. Pero lo que quiero
resaltar es que esa economía ilógica cada día tiene más influencia y relevancia
en nuestra economía de cada día, especialmente a partir del fenómeno de la globalización.
En fin, si tuviera más conocimientos de
economía podría seguir pues el tema es inagotable y sin duda hay varios
sistemas económicos, así que lo dejo por hoy para no complicarme mucho más en
este espinoso tema.
Aunque volveré sobre él, estoy seguro.
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