miércoles, 7 de febrero de 2024

¡Buenos días! ¿Somos libres al elegir?

     “La riqueza y el poder es lo que consideran respetable aquellos que no tienen otra cosa que respetar”. G. K. Chesterton)


¡¡¡Buenos días!!!

Hay un tema que he visto que me resulta muy recurrente por las mañanas, me pregunto muchos días si realmente en el mundo occidental las elecciones son libres. La pregunta, aunque recurrente no deja por eso de ser retórica. ¿Cuándo votamos somos libres al elegir?

Parece a primera vista que nuestra libertad es real, pero en cambio nuestra capacidad para ejercer nuestra libertad no lo es tanto, ya que la capacidad de nuestra mente para conocer y comprender todas las leyes y cuestiones que nos rodean no lo es tanto. Hay quien insinúa que no tenemos capacidad para provocar nada pues somos una consecuencia de todo lo que nos rodea, como puede ser nuestra infancia o los factores medioambientales que nos rodean y que explican nuestro comportamiento. Por lo que resulta que nuestras elecciones no son en realidad elecciones, son consecuencias necesarias de situaciones previas.

Pero eso no impide constatar que las decisiones que se toman en una misma situación no se limitan a responder de una forma previsible. Tomamos decisiones a veces de forma impulsiva, otras las meditamos con cuidado y, es verdad que a veces nos viene predeterminada por alguna circunstancia especial. Tomamos muchas decisiones en función de lo que los entendidos suelen llamar “necesidades electivas”, o sea en función del deseo que pensamos que es más importante o prometedor por lo que hemos vivido, por nuestra experiencia ya sea por nuestras alegrías o nuestras penas. Lo que pienso es que no somos como las máquinas que respondemos automáticamente ya que comprendemos significados y sobre todo porque somos capaces de ayudar a otras personas con nuestras decisiones. 

Si lo pensamos, nos daremos cuenta de que tomamos nuestras decisiones por lo que conocemos y lo que amamos. Y, amamos lo que nos satisface. Nuestra decisión se basa en lo que aparece ante nuestra libertad como deseable, buscamos aquello que ya nos ha producido satisfacción, buscamos lo que nos puede dar satisfacción. Resumiendo, deseamos.

Si queremos que nuestra respuesta a la primera pregunta sea positiva, vamos a tener que ser irreductibles, es decir personas que se muevan en la búsqueda de los significados, que sepan cooperar y sobre todo personas que tengan los deseos bien educados.  

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