“Necesitamos no conformarnos con una fría aceptación del mundo, sino odiarlo de todo corazón y amarlo de todo corazón. No queremos que la alegría y la rabia se neutralicen para dar en una hosca conformidad; queremos un disfrute más feroz y un descontento más feroz. Tenemos que sentir el universo como el castillo de un ogro, para asaltarlo, y al mismo tiempo como nuestra casa, a la que regresar por la noche”. (G.K. Chesterton)
Villaviciosa
--- Póo. 26/07/23
Distancia: 57,23
km. Media: 16,57 km/h. Altura: 612 m.
Me viene a la
memoria la famosa frase atribuida a Hobbes, aquella de que “el hombre es un
lobo para el hombre”, y aún creo que se ve potenciada si se reduce a “el
hombre es un lobo”: vemos tantas barbaridades de las que somos culpables
que parecen dejar poco espacio a la esperanza.
Muchas personas
no dudarían en aceptar un teoría como la anterior. Sin embargo, personalmente
creo que está muy lejos de la realidad, y no puedo hacer otra cosa más que
rechazarla. Porque el ser humano no nace para el mal, aunque esta claro que no
somos perfectos y fallamos. Y esto no tiene nada de raro, pues somos libres, y
eso tiene sus peligros. Del mismo modo que el hombre nace normalmente sano y
siempre quiere mantenerse sano, pero él mismo puede acabar con ésta con sus
decisiones, estoy convencido de que nacemos buenos y con vocación al amor, pero
la vocación sola, como la semilla, no es nada; tiene que crecer, transformarse
y transformar su entorno para ponerse a producir, aunque eso suponga su fin.
Hacer el bien cuesta, es cansado y a veces desagradable, pero no podemos
esperar ver los resultados del gimnasio si no lo pisamos nada más que para
apuntarnos.
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