jueves, 10 de agosto de 2023

Oriñon --- Sopelana. 31/07/23.

 La amistad es innecesaria, tal como la filosofía, como el arte. No tiene ningún valor de supervivencia; más bien es una de esas cosas que da valor a la supervivencia.” (C.S Lewis)

Oriñon --- Sopelana. 31/07/23

Distancia: 50,60 km. Media: 12,68 km/h. Altura: 819 m.

Si me llegan a decir hace unos años que mi paso por esta vida me iba a llevar a realizar estos viajes, creo que me hubiera echado a reír. Y sin embargo, aquí estoy, sin heroísmos, echando horas a la bicicleta, con toda la paciencia que mi inquietud y mi ímpetu me permiten, y tranquilamente aceptando que mi misión en esta vida debe de pasar por esto.

Si hablo de misión, estoy hablando del sentido de la vida. Y es que reconocer que se tiene una misión dice mucho de nuestra identidad, de nuestros origines, de mis sueños y del por qué hago las cosas. En un principio, nos dice que te tomas en serio aquello que haces. O sea, que eres capaz de enfocar tus intereses en pro de una dedicación más grande a aquello que te apasiona. Y de hacer con más alegría aquello que toca hacer aun sin ganas.

Los auténticos apasionados por la vida que he conocido han sido personas con una tarea que hacer en esta vida. A pesar de que esto suena rimbombante, las misiones no suelen ser por lo general grandiosas. Una misión se caracteriza por ser precisa, concreta, a veces con nombre y apellidos, siempre uniendo el día a día con la utopía.

Todos esos objetivos son más o menos concretos. Pero conviene no confundir estos objetivos con una ambición o una meta personal. Lo que le da valor a la misión es el esfuerzo por responder a la necesidad de otros. Todo ello configura un modo de vida que llamamos de “servicio”, donde las aptitudes personales se unen a las exigencias de la realidad para darle un valor añadido al tiempo empleado y a la tarea en sí. La recompensa no es tanto un resultado positivo como el sentimiento de plenitud por haber entregado nuestro esfuerzo.

A poco que estemos atentos descubrimos que nuestro mundo está lleno de causas por las que merece la pena luchar. Pero no todas tienen que ser para nosotros. Quizás tal vez no tengas aún claro a qué vas a dedicarte en la vida aunque quieras dejar tu huella en este mundo. Y sientes el deseo de entregarte con generosidad, huyendo de la comodidad. Puedes empezar por pensar que tener una misión es para todos, no para unos privilegiados. Pero hay que dejar de imaginársela como algo espectacular o como una autorrealización personal. Empieza por abrir los ojos, por escuchar y por sentir: la misión está ahí esperándote a que te arremangues la camisa, a que te unas a muchos otros apasionados y a que sirvas con alegría. Yo, mientras, a seguir pedaleando.

https://www.instagram.com/vicent1956/?hl=es

No hay comentarios: