miércoles, 8 de septiembre de 2021

Etapa 49: jueves 26 de agosto de 2021. Desde le Bourg d’Osian a Carcasona.

 Etapa 49: jueves 26 de agosto de 2021.

Desde le Bourg d’Osian a Carcasona. 

Empezamos el regreso a Pego, y lo hacemos con tranquilidad, como no queriendo llegar, con esa sensación de que “algo se muere en el alma”, pero hay que volver.

De ahí que decidiésemos hacerlo en dos días y visitar Carcasona, ciudad que llevaba años escapándose de nuestra visita. Mereció la pena conocerla.

Aunque aún no se puede dar por terminado este viaje, la realidad es que da la impresión de que estamos en los momentos en que se empieza a sacar conclusiones. Y esto, tenemos que hacerlo con tiempo, en un intento de recopilar y asimilar estos últimos meses. Me refiero a no contentarse con una primera aproximación y con una visión simple. Tiempo para pararse, reflexionar, mirarlo todo desde varios puntos de vista e intentar ver si se ha cumplido alguna de nuestras expectativas.

A veces hay que dar un paso atrás, tomar distancia, tomarse tiempo. Es fácil que se necesiten algunas semanas para completar esta fase del viaje.

Hay algo ante lo que siento siempre un poco de recelo; lo que se suele denominar una “feliz idea”. Me preocupa que lo que voy a realizar o acabo de terminar no sea otra cosa que una “feliz idea”, un “descubrimiento” que me parece interesante en un momento y que me embarque en ello sin ver más allá. Que me atrinchere en ese proyecto, exagerando su necesidad, declarándolo imprescindible e incompatible con todos los demás, no dejando que entre en él nada ajeno y taponar los demás elementos que habría que tener en cuenta.

Si se mira bien, resulta fácil ver que puedo estar renunciando a la razón, si ésta consiste en el entendimiento de la realidad en su relación con mi “feliz idea”, es decir en descubrir e incluir las muchas conexiones que forman parte de la vida real.  

Si se aspira a que esa “feliz idea” llegue a algo más, que sea una “buena idea”, hay que ver cómo son las cosas que tienen relación con ella, comprenderlas, poner unas en relación con otras, iluminar la realidad con esa luz que se llama verdad, hay que dar un paso atrás antes de dar por buena una idea, dejar que entren en nuestra consideración los elementos que están ligados a lo que se está considerando, y no dar ninguna conclusión por definitiva.

Cuando hemos tenido una “feliz idea”, cuando se ha visto un viaje con claridad, no se ha hecho más que empezar. Hay que seguir mirando, pensando, avanzando hasta donde sea posible. Se puede, así, tener la tranquilidad de no haber confundido las cosas, de no haber contribuido a la desorientación de nadie, de haber permitido que se vean algunas cosas claras, lo que muestra cuántas no lo están todavía, y por tanto son una invitación a seguir pensando, con la seguridad de que no nos va a faltar durante días una tarea incitante, ilusionante, apasionante.  

Buenos días.

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