martes, 4 de mayo de 2021

Un poco de optimismo

 “Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton) 


El domingo como es tradición o costumbre desde que empezó la crisis de la covid-19, antes era la carrera a pie, hemos realizado nuestra excursión con la bicicleta, digo nuestra, no porque la poseamos si no porque la realizamos.

Esta vez elegimos un recorrido llano, salvo la subida a la ermita de los Santos Abdón y Senén o Sants de la Pedra que se encuentra sobre la llamada “Muntanyeta dels Sants”, y la ligera subida al faro de Cullera, todo a sido llanear y más llanear.

Volvimos después de varias semanas a superar los cien kilómetros y aunque la meteorología no fue todo lo benigna que nos hubiese gustado, al menos no llovió.

El asunto de la meteorología es otro de los aspectos que hace interesante el biciviaje, sugestivo, pero no es fácil, al menos así lo considera un mediterráneo como yo. Menos mal que la actitud positiva de un latino, como yo, ayuda a enfrentar todas las dificultades que el clima nos presenta, “al mal tiempo buena cara”. Pues sí. ¿Hay algún secreto para eso? Bueno, tal vez nunca se puede ser totalmente feliz en esta vida, pero si somos optimistas habremos dada un gran paso.

Estoy casi seguro de que todos tenemos al clásico amigo pesimista que ve siempre el viento en contra y la lluvia detrás de cada curva en un día gris y, que puede acabar contagiándonos esas preocupaciones como una covid-19. Pero de seguro que también conocemos a alguien que no se deja amedrentar y que en todo ve oportunidades para disfrutar de la bicicleta.

Con ser optimista no se van a solucionar las dificultades que nos van surgiendo en el día a día, a veces las cosas simplemente no salen. De hecho, si todo saliera siempre bien no harían falta optimistas. Cuando durante todo el día el viento sopla de cara y antes de llegar a la curva ya está lloviendo, la frustración puede paralizarte. ¿Has pensado que muchos de esos problemas suceden por hacer las cosas demasiado rápido o sin pensar? La experiencia sirve para aprender y rectificar. El optimista sabe que puede equivocarse, pero está dispuesto a corregir.

Adoptar una actitud sencilla y optimista encima de una bicicleta no elimina y le quita merito al esfuerzo o a la iniciativa. ¡No somos superhéroes! No podemos con todo, pero si somos optimistas siempre saldremos adelante. Pero atención: ser optimista no es ser ingenuo ni dejarse llevar por ideas prometedoras, hay que pensar y considerar tranquilamente todas las posibilidades antes de tomar la decisión de empezar a pedalear.

Si deseamos empezar un viaje de largo recorrido con las alforjas, sin conocer a fondo donde nos vamos a meter o con una vaga idea, por muy optimistas que seamos seguramente nos va a costar mucho empezar a disfrutarlo, ya que careceremos de la base suficiente en la que apoyarnos cuando nos aparezcan las dificultades. Sucede también algunas veces que inventamos una realidad falsa de lo que nos encontraremos para hacernos un viaje más fácil y cómodo. Lo hemos sufrido, esperando que no vayamos a pinchar o que no se nos va a romper ningún radio; se trata de un falso optimismo que no funciona.

Alguien podría pensar que nuestro optimismo no tiene nada que ver con el resto de las personas, sin embargo, ser optimistas nos hace tener y estar en una mejor disposición hacia los demás: cuando conocemos a alguien siempre esperamos una actitud positiva y abierta. Si no sucede, si nuestras expectativas no se cumplen, pensamos que las personas pueden cambiar y que con nuestra sonrisa y amabilidad podemos conseguir un cambio. El optimista reconoce el momento adecuado para sonreír, para dar aliento, para motivar, para servir.

Llegar a ser un verdadero optimista requiere ser un poco más entusiasta y positivo, es tanto como darle la vuelta a la moneda y ser capaz de ver todo con una apariencia distinta. Ver las cosas a partir de los puntos positivos y buenos, con esto seguramente ya solucionaremos muchos problemas.  

Por cierto, no es más optimista el que menos problemas ha sufrido, sino quien ha sabido encontrar un estímulo para superarse en la adversidad. Todo en esta vida requiere esfuerzo y el optimismo es su manifestación más clara, de esta forma, las dificultades y contrariedades dejan de ser una carga.

Buenos días.

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