“El espíritu de la cultura no consiste solamente en conocer los hechos, sino en ser capaz de imaginar la verdad.” (G.K. Chesterton)
14/08/22. domingo.
Viena --- Camping Pucher
Distancia: 41
km. Velocidad media: 13 km/h.
Altura subida: 125 metros.
Abandonamos Viena, y lo
hacemos en tren para acortar el viaje de vuelta en tres días, y así repetir las
etapas que más nos gustaron, pero en dirección contraria.
Puede parecer extraño,
pero es la primera vez que mi bicicleta y las alforjas suben a un tren, han
tenido que pasar muchos años y muchos kilómetros para que esto sucediera, y
como siempre que hacemos algo por primera vez, nos resulta complejo.
Ha sido sencillo y fácil,
pero a la vez embarazoso. O sea, me ha parecido incomodo. He leído que no
siempre es así con los trenes, pero en esta ocasión hemos tenido que subir tres
escalones y las bicicletas tenían que ir colgadas por lo que hemos tenido que
quitar las alforjas, y al llegar a nuestro destino, realizar todas estas
operaciones al revés.
Pienso que el tren podría
llegar a ser un buen medio de transporte para hacer traslados en largas
distancias con la bicicleta, si miramos los anuncios de Renfe todo parece fácil,
sin embargo, muchos cicloturistas dicen lo contrario, pues han pasado por muchos
problemas para viajar con las bicicletas incluso con billete.
De momento, prefiero el
coche particular o mejor dicho la furgoneta para ir y volver, insisto que, en
largas distancias, aun sabiendo que entonces deberemos realizar un recorrido
circular, que no quiere decir necesariamente corto, pues el diámetro puede
tener muchos kilómetros.
Algunas características
o particularidades pueden perturbar a nuestro viaje en bicicleta, y el traslado
hasta el lugar de comienzo y la vuelta a casa es una de ellas, afectando y
aumentando la dificultad para realizarlo.
En términos generales, me
atrevería a decir, que si son muy embarazosos pueden poner en riesgo su
realización. Las dificultades que se generan representan una oportunidad de crecer
como ciclo- viajeros, por eso hay que perderles el miedo, pues son parte de una
circunstancia especial en nuestro proyecto, que podemos o no manejar de acuerdo
con una serie de elementos y situaciones.
Y esto ocurre porque uno
de los retos más interesantes del bici-viajero es reinventarse, modificarse y
adaptarse en función de unas situaciones que no cesan de cambiar. Una
característica de todo bici-viajero, es justamente el cambio ya que si
observamos como son nuestros viajes nos daremos cuenta de que nada permanece
igual que como es y lo vimos hace días o hace un instante. Cualquier cosa sufre
transformaciones, a veces no las que uno podría desear, sin embargo, nos ayuda
a aceptar que aún en cosas que se pueden considerar seguras, hay cambios.
Manejar cada una de las
modificaciones, ciertamente no es una labor sencilla, pues de alguna manera
representan la pérdida de algo que estructuralmente se tenía muy hecho, pero
sin importar si se trata de un asunto de índole mecánico, físico, administrativo…
la clave para enfrentarlas con una actitud positiva y lograr un crecimiento
personal, es aceptar que el cambio es parte esencial de la vida, por lo que es
necesario para poder ir hacia adelante.
Es claro que todo
cambio en un viaje es un motivo para renovarse, por eso los debemos asumir con
una actitud positiva que nos permita ver las oportunidades y darle la
bienvenida a los nuevos retos que esto representa.
Cuando se presentan
transformaciones en algún aspecto importante del viaje, es normal que exista el
temor a perder el control de la situación, sin embargo, los bici-viajeros más experimentados
lo perciben a tiempo y encuentran la manera de manejarlo, a comparación de
quienes viajan con problemas no resueltos, pues son viajeros menos flexibles y,
a mayor rigidez, resistencia o incapacidad emocional de enfrentar las
dificultades, es más difícil sobrellevar los cambios.
Una de las fórmulas
para enfrentarlos, ya sea en aquellas situaciones que lo afectan directamente,
o bien, que llegaran a afectarlo es en primer lugar, aceptar que las cosas
están sucediendo y que es necesario buscar estrategias que nos permitan
observar los pros y contras, para hacer un manejo adecuado de la situación.
Es necesario aprender a
aceptar el movimiento de la vida, sin intentar evitar la angustia que nos van a
producir los cambios. Este es un sentimiento que lleva consigo muchas
reacciones, habrá quien se muestre inquieto, temeroso o inestable, de ahí la
importancia de aprender a interpretar esas emociones, ponerles nombre y a
partir de ese punto empezar a ocuparse en lo que se refiere al manejo de la
situación.
Es importante también compartir
con las personas que nos son dignas de respeto y apoyo, las inquietudes y los
inconvenientes que nos vayamos encontrando ya que la comunicación es un aspecto
clave de la vida y en gran medida contribuye a proporcionarnos tranquilidad y
estabilidad.
Al establecer con nuestros
amigos y seres queridos un puente de comunicación basado en la confianza, todos
nos sentiremos con la capacidad de expresar nuestras emociones y temores ante
el cambio, lo cual nos ofrece la posibilidad de encontrar soluciones juntos y
enfrentarlo de la mejor manera posible.
En fin, en cada viaje y
en cada día nos van a aparecer circunstancias diferentes que nos van a “obligar”
a realizar cambios y si los enfrentamos como una cosa cotidiana los vamos a
solucionar.
Buenos días.
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