“Destinado a algo más arduo
Que el triunfo, se
aparta,
Y como una cuerda que
ríe,
Tañida por dedos
enloquecidos
En medio de una plaza de
piedra,
Guarda el secreto y se
alegra”
W. B. Yeats.
06/08/22. Sábado.
Wangen im Allgau –
Passau.
La mañana conduciendo y un
poco de la tarde pedaleando por Passau. Hemos visto solo lo imprescindible,
pues nos hemos visto obligados a buscar un taller de bicicletas para que le
pudieran hacer un arreglo a la bicicleta de Carmen, ya que el pedal derecho se había
“comido” la rosca de la biela y estaba flojo, y al final se salía.
Parece ser que de momento
aguanta, pero el lunes tendremos que buscar un taller donde puedan cambiar la
biela, así que terminaremos de visitar Passau cuando volvamos a por el coche.
De lo poco que hemos
podido visitar, lo que más me ha llamado la atención ha sido el lugar donde se
unen el Danubio con sus afluentes el Eno y el Ilz, la plaza donde esta ubicada
la catedral de San Esteban sin duda merece la pena verla, yo diría que por lo
poco que he visto es una ciudad muy “elegante” si entendemos por elegante que se
ve noble y sencilla.
Pero sin duda lo más
significativo del día a sido todo el ajetreo que lleva preparar las alforjas y
decidir que se queda en el coche y que nos llevamos, con el stress añadido de
la reparación de la bicicleta.
Al final nos hemos
acostado con la incertidumbre de haberlo dejado todo para mañana: la bicicleta
no sabremos hasta trascurridos algunos kilómetros si aguanta, las decisiones
sobre lo que se queda y lo que nos llevamos lo decidiremos unos instantes antes
de ponernos en marcha y así la necesidad de tomar una decisión nos obligara a
tomarla.
No hay duda que muchas
veces tenemos cierta dificultad para tomar una decisión, dudamos y nos
encontramos confusos.
¿A quién no le gusta
resolver las indecisiones rápidamente? Y ¿A quién no le gusta descifrar un
misterio, o resolver un problema, y llegar a comprender algo? Además de sentir
la satisfacción que nos trae usar el intelecto que poseemos, por no añadir un
sentido de seguridad que siempre nos viene bien.
Si lo pensamos veremos
que todos vamos en busca de un cierto grado de seguridad y certidumbre. Sin
ellas, la vida sería casi imposible. Pero si nos ponemos nerviosos y las
buscamos obsesivamente puede indicarnos que no vamos por el mejor camino.
Claro está que es posible
conocer las soluciones de una gran parte de las dificultes que se nos pueden
presentar en un viaje en bicicleta. Pero es necesario reconocer los límites que
tienen nuestro conocimiento. Basta tan solo considerar cuántas veces hemos tomado
una decisión equivocada o hemos tenido una idea que no ha salido bien. Es por
eso que a veces tenemos que dejar atrás la certidumbre, y dejarnos sorprender.
Veremos que cual es la
sorpresa mañana.
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