“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton)
15/08/22. lunes.
Camping Pucher --- Passau.
Distancia: 78,4
km. Velocidad media: 14,5 km/h.
Ayer al igual que hoy estamos
repitiendo el mismo recorrido que hicimos los dos primeros días, pero en
sentido contrario, ya lo habré dicho alguna vez, en sentido contrario todo es
diferente. Ayer ya me di cuenta de que no reconocía la mayoría del recorrido, y
una de las causas fue al igual que hoy el sol, que no nos ilumina de la misma
forma, ahora lo tenemos casi todo el día a nuestra espalda.
Pensaba que salvo excepciones
que confirman la regla -por ejemplo, el Padrino II de Coppola o la continuación
del Quijote de Cervantes-, nunca segundas partes fueron buenas. Y resulta que
debo añadir a esa lista los dos últimos días, aunque se podría considerar perfectamente
como un viaje nuevo en un mismo recorrido.
En estos días estamos volviendo
atrás, recorriendo el mismo camino, y aunque desdichadamente no es muy común,
es bueno volver a los mismos lugares y volver a andar los mismos caminos. Hoy
en día da la impresión de que estamos tan necesitados de experiencias nuevas y
de buscar continuos resortes que reactiven la emoción e ilusión que la rutina
desdibuja, que volver al mismo lugar, repetir un viaje o desandar lo andado, no
entra en nuestros planes. A veces hay que dar un pasito atrás para coger
impulso.
Y no estoy diciendo con
esto que tengamos que repetir todos nuestros viajes, estoy hablando de lo
satisfactorio que resulta parar por un momento, volver, y dejar que esos lugares,
recuerdos y experiencias vuelvan, y nos vuelvan a hablar, porque quizás no nos digan
lo mismo y porque quizás nos digan mucho más que la primera vez.
La vida de un bici-viajero
tiene la extraña manía de insistir, de continuar, de repetir, una y otra vez en
la búsqueda de nuevas sensaciones y experiencias, cuando a lo mejor las podemos
encontrar en lugares que la primera vez no fueron capaces de mostrarnos todo de
lo que eran capaces. No es locura. Es simplemente que nos volvemos a dar una
oportunidad. Si escuchamos atentamente nos daremos cuenta de que en nuestro
interior hay una voz que tiene la costumbre de recordarnos una y otra vez para
qué estamos en este mundo, y nuestros viajes en bicicleta es una de nuestras
formas preferidas de hacerlo.
En fin, no pasa nada si
repetimos.
Buenos días.
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