viernes, 11 de febrero de 2022

Felicidad individual.

 “Si encuentro en mí mismo deseos que nada en este mundo puede satisfacer, la única lógica explicación es que fui creado para otro mundo.” C. S. Lewis.

Deje el otro día en el aire esa forma de entender la felicidad que resumía en esa frase que tantas veces usamos: “No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita”. Esa forma de felicidad que consiste en conformarse con lo que tienes y no sufrir por no poder tener lo que no tienes. Ese disfrutar de una comida sencilla, de un paisaje, de las cosas que te rodean. Ese disfrutar de los placeres sencillos de la vida y dejar de preocuparse y de luchar por alcanzar lo imposible.

¡Ah! Pero esta felicidad es puro hedonismo. Es buscar el placer como fin. Es pensar que se sufre si se busca la riqueza, la fama o el poder. Es renunciar a esos deseos y conformarse solo con lo que tienes a tu alcance. Se trata de dejar de preocuparnos por el dinero, por el prestigio y vivir tranquilos, alejados de los problemas y las preocupaciones. Es pensar que quienes ansían riquezas, fama o influencia sufren de una sed insaciable: nunca tienen bastante y siempre quieren más. Y además viven siempre preocupados por el miedo a perder lo que tienen acumulado. Conformémonos con lo poco que tenemos y disfrutemos de la naturaleza. Tumbémonos a la sobra de un árbol y pongámonos los cascos para disfrutar de la música que más nos guste y de los olores y de la contemplación de la belleza de la naturaleza.

 El hombre será feliz si vive en armonía con la naturaleza y lleva una vida sencilla, sin ansias de lujos ni pasiones desordenadas.

Es fácil encontramos con personas que deciden un buen día dejarlo todo y marcharse con su familia a un pueblo perdido para vivir en contacto con la naturaleza, dedicados a la agricultura o la ganadería. Renegar del progreso y volver a una vida sencilla, primitiva, lejos del estrés del mundo moderno.

Encuentro interesante este punto de vista, incluso lo añoro algunas veces, para qué nos vamos a engañar, sin embargo, yo lo entiendo más como un alto en el camino, como un paso atrás para coger impulso, para recapacitar y volver con más entusiasmo a perseguir nuestros deseos vitales.

No obstante, no son estas formas de buscar la felicidad que he descrito estos días las opciones que tienen más éxito en el mundo de hoy, hoy predomina otro concepto, que otro día intentare mostrar.

Buenos días.

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