“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton)
Nordkapp: día 90. 1/07/22.
Honningsvag
--- Nordkapp.
Distancia hoy: 27,05 km. Velocidad
media: 9,17km/h.
Ultimo día, ha sido de las
etapas más difíciles, pues las dos subidas que hay para alcanzar el Nordkppan, con
una longitud de más de cinco kilómetros entre el 8 y el 9 por ciento han sido muy
duras, sobre todo porque han contado con la ayuda de un fuerte viento en contra
mezclado con nubes que mojaban sin llover.
Menos mal que pasado el medio
día el sol se ha hecho con el control de la situación y hemos disfrutado de una
tarde y noche con su compañía, una noche en vela viendo como se paseaba por el horizonte,
y dejaba en nuestra memoria imágenes y sensaciones difíciles de olvidar.
Han transcurrido 90 días desde que comencé a
pedalear en Pego, han sido 5813 kilómetros los kilómetros, 398,18 las horas
sentado en el sillín y he tenido que subir 35006 metros para
llegar a Nordkapp.
Los números son eso solo números y no
muestran todo lo que ha sido este viaje, pues si se miran por encima pueden
hacernos pensar que ha sido una gesta, sin embargo, si vamos un poco a los
detalles veremos que solo he recorrido una media de 64,5 kilómetros al día,
nada que ningún ciclo turista no lleve haciendo desde hace años, son muchos los
que solo por mantenerse en forma hacen incluso más distancia.
Lo que he hecho ha sido estar
noventa días siempre recorriendo todos los kilómetros en la misma dirección, hacia
el mismo objetivo, cada día buscando estar más cerca.
Nordkapp fue el lugar elegido,
un punto muy concreto y emblemático, pero pudo haber sido cualquier otro que me
hubiese motivado de la misma manera, de hecho, el año que viene deberá ser
otro.
Tampoco ha sido ir en
busca de nada ni para descubrir nada, simplemente han sido tres meses pedaleando
en una dirección y no volviendo a casa cada día.
Intento decir que no he
realizado ninguna clase de gesta, ni una aventura, ni nada espectacular. Que
han existido momentos de cierta preocupación no puedo negarlo, que en algunas
ocasiones las cosas no sucedían como me hubiera gustado también es verdad, sin embargo,
nunca he tenido la sensación de no poder seguir, de decir hasta aquí he
llegado.
Ahora es cuando debería
explicar el “porqué” y dar un motivo que
fuese un poco original, pero no va a ser así, pues supongo que a los que nos
gusta viajar, viajamos. Y a mi siempre me han gustado los viajes, me gusta leer
sobre viajes, hablar de viajes y ver todo lo que pueda sobre viajes y viajar, y
dentro de mis escasas posibilidades siempre lo he hecho.
Con el coche y la tienda
de campaña, a pie o en bicicleta, y cada vez más lejos y con alguna dificultad más,
por eso ya “subí” al Nordkapp con el coche y por eso en los últimos tres años
he ido subiendo en kilometraje los de bicicleta.
En esta nueva etapa de
ciclo-viajero que empezó con la jubilación, empecé con un viaje a Santiago de
Compostela, después a Venecia donde ya me convencí de que estaba preparado para
un viaje de largo recorrido, aunque este ya se le pudiera considerar, y en Europa
el Nordkapp lo fue en mi etapa de campista y debería de serlo en la nueva etapa
de ciclo-viajero.
Para mi subir a Nordkapp fue
un objetivo que tiene todos los ingredientes para ser la cima de muchas formas
de viajar, lo es para los motoristas, auto-caravanistas y lo es con más motivo
para los ciclo-viajeros.
Saber que lo podía
preparar y que después era capaz de imaginarme haciéndolo no me basto,
necesitaba saber si todo lo que había imaginado era capaz de hacerlo real,
pasar de la teoría a la practica, y hacer realidad esa frase de Coleridge:”¿Y
si durmieras? ¿Y si en tu sueño, soñaras? ¿Y si al soñar fueras al cielo y allí
recogieras una extraña y hermosa flor? ¿Y si cuando despertaras tuvieras la
flor en tu mano? Ah, ¿entonces qué? “. Pues eso, he soñado con eso viaje y
ahora lo tengo en la mano y surge ahora la gran pregunta que deja Coleridge: “Ah,
¿entonces qué?”.
La respuesta es fácil si
se tienen claros los objetivos en la vida: que es lo que se quiere lograr y la
forma de cómo lograrlo, y además estas consciente de todos los obstáculos que
se van a presentar. No se trata de vivir por la sencilla razón de que estamos
vivos, vivir no puede ser la meta a conseguir, no debe ser el único objetivo de
la vida.
Ahora, cuando consiga llegar
a Pego será el principio de una nueva etapa de retos, de ilusiones, de nuevos
objetivos, de logros por alcanzar. El reto no consistirá en vivir la vida, sino
intentar tener la mejor vida.
Es pronto para saber que me
ha aportado este viaje, sobre todo porqué estoy metido en un lio de aeropuertos
que esta claro que no controlo, pero cuando el ajetreo del regreso a casa finalice
y vuelva a la tranquilidad de Pego, todo lo que me haya aportado ira apareciendo
poco a poco.
Buenos días.
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