“Nuestra perfección no consiste en hacer cosas extraordinarias sino en hacer perfecto lo ordinario” – San Gabriel de la Dolorosa.
Dicen los alpinistas que hasta
que no se baja de la cima no se puede decir que se ha conquistado la cumbre.
Así que ahora que ya me encuentro en casa puedo decir que he conquistado el Nordkapp.
Tomar posesión de algo implica
conocerlo, saber de él, conocer la mayoría de sus cualidades, saber resolver la
mayoría de sus dificultades y dominarlo lo suficiente para sentirse seguro en
su compañía. Conquistar el Nordkapp con una bicicleta implica conocer el cicloturismo
y haber cogido la confianza suficiente para continuar viajando, aunque es fácil
que vuelva a realizar esa distancia ya no será tan lejos.
Podemos llegar a un lugar de
muchas maneras, sin embargo, para hacerlo nuestro, para conquistarlo, se
necesita generalmente haber hecho un esfuerzo, haber adquirido alguna habilidad
para ello o haber vencido alguna dificultad, y un poco de todo esto es lo que sucede
cuando se va en bicicleta.
Cuando fui en coche hace muchos
años tuve una extraña sensación, me faltaba algo, y era que no existió el
espíritu de conquista, no lo conquiste, fue demasiado rápido, demasiado fácil,
y un lugar tan emblemático necesita ser conquistado, poseído, el Nordkapp ahora
de alguna manera es mío.
He utilizado un verbo que es
esencial: conquistar. No se trata por supuesto de una posesión física, ni
siquiera de tener un conocimiento completo de todas sus características. Hace
falta la conquista, la reacción activa a ese lugar.
Y esto sólo puede hacerse desde
una actitud "creadora". Cuando algo ingresa efectivamente en nuestra vida,
y Nordkapp llevaba varios años conviviendo conmigo, produce ciertos efectos:
empieza a convivir con lo que había antes, lo modifica, produce reacciones
desde distintos niveles. La simple lectura de algún artículo de un cicloturista
sobre su viaje, si tiene realidad, actúa sobre el conjunto de todo lo anterior
y lo transforma.
Hay otro verbo de decisiva
importancia: "repensar". Cuando un proyecto de viaje o una idea
ingresa en nuestra mente, para hacerla nuestra requiere la reconstrucción de nuestros
pensamientos y procesos mentales.
Repensar no es forzosamente
innovar y cambiar nuestras ideas. Algunos podrán y deberán hacerlo. La mayoría
deberán "volver a pensar" activamente, desde sí mismos, ese proyecto
que han imaginado y que de alguna forma también han recibido; así lo poseerán,
lo harán "suyo".
Se trata de adquirir algo más de
ese lugar que información y datos culturales. A última hora, lo que está en
juego es nuestra realidad, como nos sentimos ante ese reto. Sólo falta un
detalle más, que me parece decisivo. Lo crucial cuando se realiza una conquista
es para quién: para uno mismo y su propia gloria y satisfacción o para adquirir
unos conocimientos y experiencias, y así poder transmitirlos. Esta es la
cuestión. ¿Qué hacer con esas experiencias y conocimientos?
En fin, Nordkapp en bicicleta en
este 2022 es ya parte de mi historia, de mi vida y, esos 90 días y sus 5813
kilómetros forman parte y tendrán una importancia capital en todos los días que
vendrán.
Buenos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario