“El espíritu de la cultura no consiste solamente en conocer los hechos, sino en ser capaz de imaginar la verdad.” (G.K. Chesterton)
Nordkapp: día 65. 06/06/22.
Iggesund --- Gnarp.
Distancia hoy: 69 km. Velocidad
media: 13,95 km/h.
Un día estupendo, Suecia
en todo su esplendor, en cuando el sol sea hecho el dueño y señor, el mar y los
bosques me han mostrado todos sus colores y el paisaje ha sido, como debía de
ser, el protagonista.
Y eso que el camping al
que acudí, hacia dos años que no existía y, he tenido que realizar solo diez
kilómetros más para llegar al que estoy ahora.
Una buena jornada, hoy
será más corta, 10 kilómetros menos, ya era una etapa corta, de esas que pongo
de vez en cuando para tener tiempo para lavar, secar y darle un repaso a la
bicicleta, así que, podríamos decir que de relax. Pero eso ya será dentro de
unas horas.
Ayer pude volver a llevar
matrícula para que me identifiquen, la fabrique descosiendo otra bandera roja y
amarilla que me encontré, y tras algunos cortes y empalmes, pues no me atrevo a
decir que la cosí, ya me identifican, y por mañana ya me han saludado y dado
ánimos cuatro motoristas españoles que están subiendo también hacia el
Nordkapp.
El tema de las banderas y
el de conservar y saber cuales son nuestras raíces hace ya unas cuantas décadas
que algunos españoles decidieron que había que eliminar esos sentimientos, no
vaya a ser que sepamos cuales son nuestras raíces y pensemos que se puede
construir una sociedad que no se deje manipular.
Un ejemplo claro lo
tenemos en la cosmovisión cristiana que parece ser que es muy peligrosa y conviene
que se piense que no se puede construir una sociedad desde el deseo profundo de
amor, de esperanza y de fe.
Se ha elegido empezar de
cero y tirar a la basura siglos de inútil tradición. Ahora, me da la impresión que
caminamos hacia un abismo, en el que se tiene claro que no conviene que las
personas nos hagamos preguntas, que nos planteemos el sentido de la vida o que
busquemos la verdad, pues, total, todo eso se puede suplir con buenas dosis de eco-feminismo
y un mejor autocontrol de las emociones.
Siempre será más fácil limitarse a maldecir
una guerra que preguntarse por qué es importante luchar por el bien, la
belleza, la justicia, la democracia o la dignidad humana.
No se quiere que se tenga
una visión global de la Historia, que no sirve para nada aprender de los
errores o descubrir el pasado que nos une.
En definitiva, ¿para qué
profundizar en los cimientos del pensamiento europeo si lo podemos sustituir
con datos útiles, estrategias de marketing y cosas de hoy?
Lo que no entiendo es
cómo se consiente y no protegemos no protegemos con arrojo lo que en tantos
otros países soñarían tener y, sobre todo cuando la bandera de Suecia la veo
ondear en la mayoría de las casas, así que en mi casa en estos días también
ondeara mi bandera.
Buenos días.
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