“El hombre no haría nada si esperara hasta que lo pudiera hacer tan bien, que nadie le encontrara defectos.” (John Henry Newman.)
Cinco
han sido los proyectos que, de momento, encuentro interesantes para el 2023, propósitos
que van a tener que esperar a principios del año que viene para volver sobre
ellos y ver, entonces, cuales se convierten en realidad y cuales se quedan para
otra ocasión.
Uno
es caminando y cuatro en bicicleta. Caminado, como no, tengo el Camino de
Santiago desde Canfranc, que hace dos años por culpa del Covid-19 tuve que
suspender en el último momento. El año que viene lo volveré a intentar.
De
los cuatro en bicicleta, dos son proyectos de larga distancia: realizar el
viaje de vuelta del Nordkapp por la Euro Velo 1 por toda la costa atlántica de
Noruega hasta llegar a Dinamarca, y seguir bajando hasta Pego por Alemania y
Francia. El otro proyecto se trataría de realizar todo el perímetro de la
península Ibérica saliendo de Pego y volver, siguiendo claro está la costa y
cruzar los Pirineos para unir el Mediterráneo con el Atlántico o al revés según
la dirección que elija.
Los
de media distancia que estarían alrededor de los 15 días serían: un circular
por los fiordos noruegos o recorrer la Vía Rhona durante dos semanas.
Tengo
claro que de los dos que recorren la costa noruega solo debería realizar uno,
pero ya se verá. De momento no me veo subiendo dos veces a Noruega en el mismo
año.
Algo
parece que ha cambiado a la hora de diseñar un viaje, pues ya no se trata de
llegar a un lugar como lo era por ejemplo alcanzar ese punto tan emblemático
como el Nordkapp y donde todo giraba en torno a ese preciso objetivo, que no lo
olvidemos contaba con las dificultades del idioma, la soledad, la distancia y
la resistencia física. Santiago de Compostela podría serlo, pero se trata de
otra historia. Ahora ya no existe ese lugar como el Nordkapp o al menos no lo
he encontrado para el año que viene, ahora se trata de llegar a un
destino, como no podía ser de otra manera, pero con más tranquilidad, sin la “necesidad”
y la “obligación” de enfrentarse a desafíos tanto físicos como mentales, no sé cómo
explicarlo, tal vez el viaje al Nordkapp no era un viaje sino una peregrinación,
entendiendo peregrinar como andar casi perdido por tierras extrañas para
alcanzar una meta y no como una romería como pueda ser el Camino de Santiago.
La
cuestión es que no he encontrado, de momento, la misma motivación que para el
Nordkapp, he encontrado otras por supuesto, y una de ellas es la de querer admirar
con más tranquilidad toda la belleza que me pueda encontrar. No solo ver lo
bello sino contemplarlo.
He
encontrado una conocida cita de San Agustín que explica bastante bien lo que
quiero decir: "Interroga a la belleza de la tierra, interroga a la belleza
del mar, interroga a la belleza del aire que se dilata y se difunde, interroga
a la belleza del cielo... interroga a todas estas realidades. Todas te
responden: Ve, nosotras somos bellas”. Ese preguntar y escuchar la respuesta es
lo que cambiara la esencia de estos viajes.
Buenos
días.
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