“Las cosas tienen que ser amadas primero, y mejoradas después.” (G.K. Chesterton)
Nordkapp: día 40. 11/05/22.
Gemunden – Willingen.
Distancia hoy: 57,52 km. Velocidad media: 12,47
km/h.
Hoy un recorrido con
muchas colinas, de ahí la media, relativamente, baja. Y, es que las bajadas no son lo suficientemente
largas para recuperar el promedio que se pierde en las subidas, y que por
cierto, tampoco son muy largas pero si duras.
Dicen que todo lo que
sube baja y puede ser cierto, pero pienso que para sacar unos promedios altos
lo mejor es el llano.
No todos los recorridos
son geniales. Como tampoco es ese el objetivo, no todos los días los caminos
son alucinantes.
Si se entiende por
alucinante algo que siempre impresiona, que siempre emociona o remueve, se
puede ser absolutamente vehemente y decir que un viaje en bicicleta no es esto.
Estamos acostumbrados a
que la imagen de vida perfecta a la que tenemos que aspirar es la de tener, la
de disfrutar, reír, ser pasional en todo momento, beberse a sorbos la vida, o
algo así. Flipar siempre y en todo momento.
No es así. No puede ser
así. Es materialmente imposible ser así. Y, sobre todo, es irreal. Los recorridos
de cada día tienen altibajos, momentos de euforia y pasión descontroladas, pero
también muchos, ¡muchos!, ratos de cortas y duras subidas que según van pasando
las horas lo son cada vez más.
Tener que parar y empujar
no es alucinante, pero ocurre, ni estar cansado al final del día. Tampoco flipas al no encontrar el camping a
la primera, justamente este día que estas más cansado.
Según mi forma de verlo pasa
no por el optimismo ingenuo de todo es alucinante, sino por el realismo y la
confianza.
No hay que pensar que
todo va a ser genial o a ser maravilloso. Hay que arremangarse, sufrir un poco y
hacia arriba. La carga es liviana, sí, pero no fácil y maravillosa.
Es necesario tener esos
momentos. Pero eso no puede configurar un viaje. Esa parte es la que da alas a la
satisfacción que tenemos al ver el conjunto del viaje.
En fin, un recorrido “durillo”
el de hoy.
Buenas tardes.
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