Qué buenas
son estas horas antes del amanecer para pensar. Para hacernos preguntas y con
un poco de suerte responderlas. Aunque con la edad encuentro que son cada vez
más difíciles de responder. Por ejemplo, esta mañana me encuentro ante la tarea
de averiguar cuál es el sentido de mi vida.
La pregunta
es fácil: ¿cuál es el sentido de la vida? Pues bien, tal vez porque es lunes la
cuestión es que me está costando ver la respuesta. A ver si en el transcurso
del día me voy aclarando.
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